La marca argentina de muñecas Kukilin tuvo su apogeo en la década del 70.
Existen innumerables modelos de muñecas, todas muy diferentes. Algunas tienen ojos fijos y otras los tienen durmientes, tienen también diferentes colores de piel, incluso hay negritas.Hay bebés, muñecas grandes con vestidos típicos de diferentes países y hasta esta Caperucita Roja.
Existen innumerables modelos de muñecas, todas muy diferentes. Algunas tienen ojos fijos y otras los tienen durmientes, tienen también diferentes colores de piel, incluso hay negritas.Hay bebés, muñecas grandes con vestidos típicos de diferentes países y hasta esta Caperucita Roja.
Todas están hechas con materiales nobles, de muy buena calidad. La calidad que durante muchos años identificó a las muñecas argentinas, antes de la entrada indiscriminada de productos importados, de menor calidad y menor precio, que favoreció el quiebre de muchas fábricas argentinas o su transformación en importadoras.
Las muñecas tienen la marca grabada en la base de la nuca, en letras de imprenta mayúscula.
Kukilin con vestimenta típica.
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